Cambiemos su verano

Clara Díaz, Psicóloga y autora del blog Serendipity

A medida que envejecemos, nuestras relaciones sociales se van reduciendo poco a poco. Cuando somos adolescentes y adultos jóvenes, nuestro grupo de amigos es muy extenso y se habla de ellos como el grupo de referencia al que se pertenece, son en realidad, las personas más importantes de tu vida, y junto con tu familia, las que te van a aportar las experiencias más gratificantes. Los adultos poco a poco, y a medida que van formando familias van reduciendo este grupo social, componiéndose de unas cuantas parejas; los temas de conversación cambian convirtiéndose frecuentemente en asuntos rutinarios y del día a día. Las personas mayores, ya sea por distancia, fallecimiento o costumbres pasadas de dedicarse enteramente a la familia, disponen de ésta como único grupo de referencia en la mayoría de los casos. Una llamada telefónica o una pequeña visita puntual son las únicas ocasiones que encuentran para socializarse las personas mayores que residen en su casa y no acuden a centros de día.

Siendo esto así, ¿qué red social tendrá una mujer o varón viudo que viva solo en casa?

Está claro, que a la vez que la red social disminuye en número, también lo hace la importancia que le damos nosotros; no obstante, la socialización es considerada una necesidad para el ser humano, y por ello, la edad no debería influir en la cantidad y calidad de nuestras interacciones con la sociedad.

Es posible que en un futuro, con la revolución de la tecnología, internet y las redes sociales este asunto no se vea de manera tan alarmante, pero hoy día es una realidad.

Contribuyamos a que nuestros mayores se socialicen, acudan a un centro de día a realizar actividades y conocer gente nueva, llamen por teléfono a ese amigo del que hace tiempo que no saben o incluso le hagan una visita, o simplemente, contribuyamos a generarles compañía en ésta época en la que todos hacemos planes donde ellos no tienen cabida.

Os dejo un vídeo de la Fundación Amigos de los Mayores donde refleja la soledad de los mayores especialmente en la época estival.