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El cáncer puede estar asociado a la edad. Nuestro cuerpo a medida que envejecemos, tiene menos armas para combatir amenazas y mantenerse saludable.

Ante la aparición de cáncer, sea del tipo que sea, es común que aparezcan síntomas psicológicos, generalmente ansiedad y depresión. Es posible que en los mayores, el hecho de afrontar una enfermedad grave como es el cáncer, de manera espontánea se haga con pesimismo y escasa visión de futuro. El optimismo es una medicina clave para el afrontamiento de cualquier enfermedad, y será la familia la que también deba cargarse de ello para transmitírselo al paciente.

El apoyo psicológico puede ser clave y ayudar mucho a algunos pacientes y familias que se enfrentan a este diagnóstico. Pacientes sin esperanza, con resignación, con pensamientos catastrofistas, negativos… Y familias hundidas, desorientadas, sin capacidad de reacción y sin saber cómo apoyar a su familiar.

Dependiendo de la fase de la enfermedad se presentan unas características diferenciadas.

- Diagnóstico: confusión, ansiedad, ira, dificultad de concentración, necesidad de responder a la pregunta ¿por qué a mí?

- Tratamiento: alerta y especial atención a la sintomatología. Miedo ante la reaparición del cáncer.

- Terminal: pérdida de autonomía personal por parte del paciente con la necesidad de apoyo familiar y social.

Ante estas fases el apoyo psicológico se centrará en trabajar la aceptación del diagnóstico, ofreciendo un espacio de expresión e intentando modular pensamientos negativos y prejuicios dando información objetiva sobre la enfermedad. Intervenir en síntomas de ansiedad y depresión, tanto con técnicas de relajación, como haciendo hincapié en un pensamiento de lucha positivo y optimista. Facilitar la comunicación y promover apoyo entre familiares y paciente y entre los propios familiares. Resaltar la importancia de expresar pensamientos y emociones para poder regular su estado de ánimo.

Ante quejas, muestras de ira y pesimismo del paciente, los familiares deberán responder evitando reproches y riñas. Generar un entorno de comprensión y reorientar esas quejas a aspectos positivos ayudarán al paciente a desanclarse de ese bucle de negatividad.

Por ejemplo:

Paciente: “vete, déjame en paz, quiero estar solo”, “esto no vale para nada, si me voy a morir igual…” “Cada día me duele más el cuerpo…”

Familiar: “¡hoy es el último ciclo!, dentro de poco volverán a analizar a ver si ha remitido, y los médicos son optimistas” “los dolores son normales, ya nos han dicho, pero mira, la cabeza al menos ya no te duele tanto como la semana pasada…” “Son las 11, ¿ponemos el programa que te gusta?, ayer me lo perdí ¿qué paso?”

 

Este post va dedicado a todos aquellos pacientes y familiares que viven con un diagnóstico de cáncer, para mostrarles nuestro apoyo y brindar nuestro granito de arena para mejorar su situación.