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Los enfoques no farmacológicos para la demencia han adquirido una mayor relevancia en los sistemas para la aplicación de cuidados a nivel mundial. Además de los tratamientos puramente médicos, existe una amplia variedad de intervenciones sociales y creativas que pueden contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas con demencia. ‘Cantar para el Cerebro’, es un buen ejemplo de este tipo de intervenciones.

Las personas con demencia padecen una serie de síntomas causados por diferentes desordenes que afectan al cerebro y que interfieren en sus actividades cotidianas, en su comportamiento, su personalidad y sus relaciones. Las enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer, se caracterizan por un deterioro progresivo e irreversible de las funciones intelectuales que conllevan pérdida de memoria y afectan a las capacidades como las habilidades del lenguaje y la orientación espacio-temporal.

Sin embargo, la neurociencia ha demostrado que hay muchas capacidades que se conservan sanas y accesibles durante muchos años en el cerebro de las personas con demencia. Entre estas capacidades está, por ejemplo, la memoria asociada a la música. El proyecto ‘Cantar para el Cerebro’ está implementado por diferentes organizaciones y asociaciones como herramienta para estimular esas habilidades que aún permanecen en buen estado y operativas. A pesar de verse afectado por la demencia, parece que las melodías y las letras de las canciones se pueden conservar en el cerebro. Las personas pueden recordar las letras de las canciones y, al mismo tiempo, cantarlas puede traerles recuerdos de personas o lugares relacionados con ellas, hecho que además puede resultar de suma importancia para la persona que tiene que hacer frente a la demencia.

En una entrevista para BBC News, el fundador de ‘Cantar para el Cerebro’ de la Alzheimer’s Society del Reino Unido, Chreanne Montgomery-Smith, afirmó que “la memoria para cantar se conserva para siempre en el cerebro y es un gran estimulo para la persona comprobar que puede recordar cosas”. Además de los efectos positivos sobre las capacidades cognitivas de los participantes, la musicoterapia también ayuda a las personas con demencia a comunicarse, a mejorar sus habilidades, a hacer nuevos amigos y a sentirse más seguros de sí mismos. Como actividad incentivadora y estimulante, ‘Cantar para el Cerebro’ se convierte en una importante herramienta a la hora de expresar las emociones, especialmente para aquellos pacientes que experimentan sentimientos de ansiedad, apatía y depresión.

Algunos pacientes que ya han realizado actividades del tipo ‘Cantar para el Cerebro’ expresan opiniones muy positivas. Está considerada como una refrescante y divertida actividad de grupo que permite a las personas con demencia y a sus cuidadores socializar, compartir experiencias y ayudarse mutuamente. Con la ayuda de un monitor, el objetivo último es crear un entorno saludable, confortable y agradable donde los pacientes puedan, no solo mejorar sus capacidades cognitivas, sino también mejorar su calidad de vida mediante la relajación, minimizar su aislamiento y fomentar sus capacidades creativas y sociales.

 

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