Míriam Sorribas Cateura , psicóloga y terapeuta de la Residencia Sant Martí (Fundació Vella Terra) Decía José Saramago, la vejez empieza cuando se pierde la curiosidad . Y es que la curiosidad motiva, hace que nos impliquemos en el entorno, y nos permite reaprender la realidad para conseguir hacernos sentir mejor.
C uando nos encontramos ante dificultades de cualquier tipo, ya sean emocionales, en las relaciones personales, con el trabajo… experimentamos sensaciones que dificultan nuestra tranquilidad e impiden que nuestro día a día se desarrolle con normalidad. Sentimientos que reconocemos como ira, tristeza o miedo, aunque también otros que no se sabe muy bien cómo definir o gestionar.