Son muchas las enfermedades que entrañan una gran variedad de falsos mitos y estereotipos, y esto hace que nos alejemos mucho más de aquellos pacientes que las padecen o incluso que reciban un trato inadecuado.
El Alzheimer es una enfermedad con una incidencia tal que es raro que cualquier persona no sepa en qué consiste o pueda decir algunas palabras sobre ella. Percepciones que en muchas ocasiones están sesgadas.
En este post que inicia el mes de Septiembre y que para nosotros será el mes del Alzheimer, por su Día Mundial el próximo 21, damos a conocer qué es y qué no es esta enfermedad para lograr una mejor conciencia y cuidados más adecuados.
Aquí la percepción de algunas personas sobre esta enfermedad:
Es una enfermedad asociada a la edad pero no aparece única y necesariamente en las personas mayores. Según las edades, la prevalencia de demencia es de:
4,2 % para la población entre 65 y 74 años,
12,5 % para la población de 75 a 84 años,
27,7 % para la población de más de 85 años
Fuente: http://www.alzfae.org/
La pérdida de capacidades no les asemeja con niños. Son personas mayores con mermas, tienen sentimientos y emociones de adultos y se cree falsamente que se vuelven niños. Esto conlleva en ocasiones un habla y trato infantilizador que atenta gravemente contra su dignidad.
Existe el Alzheimer precoz (entre 30 y 50 años) pero en porcentajes realmente bajos. Antes de los 65: El porcentaje real se situaría entre el 6 y el 9%.
Las emociones no se ven afectadas, sino su capacidad para recibir información y comunicarse.
La enfermedad de Alzheimer es degenerativa, en todos los casos, antes o después alcanzará un grado suficiente como para borrar los recuerdos importantes. No es cierto que existan grados de Alzheimer, sino fases.
No afecta indistintamente del sexo, hay una proporción de Alzheimer de 11,1% en mujeres y de 7,5% en varones, aunque se desconoce la causa de esto. http://www.alzfae.org/
La enfermedad de Alzheimer comienza normalmente con síntomas de memoria porque el deterioro cerebral se origina en la región del hipocampo, encargada de esta función. No obstante, la degeneración se va extendiendo y va afectando a otras áreas provocando una degeneración progresiva de todas las capacidades cognitivas. (atención, lenguaje, percepción, atención etc…). En fases avanzadas, la imposibilidad de movimiento, el mutismo o las complicaciones en deglución son consecuencia de la degeneración global del cerebro y el control que ejerce en nuestro cuerpo, es erróneo que los pacientes olviden andar, tragar o hablar, simplemente las capacidades cerebrales que lo controlan están también dañadas
No tiene cura pero sí tratamiento. El tratamiento no paraliza los síntomas ni la enfermedad y tampoco lo cura. Lo que hace es ralentizar, pero cada caso es único. En unos pacientes supondrá un enlentecimiento y en otros no tanto.
Demencia y Alzheimer no son lo mismo. La demencia es la pérdida de facultades y funciones mentales, y el Alzheimer es un tipo de demencia, no el único. Todas las personas que tienen Alzheimer tienen demencia pero no al revés.
La sensación del enfermo ante el desconocimiento de los que están a su alrededor y del entorno es de confusión y frustración. Vivir continuamente en ese estado sí podríamos decir que es sufrir.
Otras aclaraciones:
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La proporción de personas mayores sanas es mayor a la proporción de mayores con enfermedades como Alzheimer. (1% de la población mayor de 65 años está totalmente inmovilizada, un 6% padece severas limitaciones en las actividades básicas de la vida diaria y hasta un 10% más presenta incapacidad moderada). Ver artículo más abajo en documentos adjuntos.
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No existe a nivel genético una comprobación sobre la heredabilidad del Alzheimer, solo un 7% de los casos están asociados con genes que causan aparición temprana en Alzheimer familiar.
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En cuanto a su prevención: según un informe de Harvard Medical School, el llevar un estilo de vida saludable en su globalidad se relaciona con menos probabilidad de contraer Alzheimer.
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En cuanto a la agresividad en pacientes con Alzheimer: afecta a cada paciente de una determinada manera, es cierto que puede aparecer agresividad entre la sintomatología, pero este no es un criterio diagnóstico por lo que habrá pacientes que lo presenten y otros que no. Por otro lado, el manejo de la agresividad es posible en el caso de que apareciera.
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En cuanto a la muerte por Alzheimer: en realidad, el cerebro deja de controlar tantas funciones y capacidades de todo el cuerpo, que son otras complicaciones como infecciones o neumonías las que provocan la muerte al no poder el organismo hacerlas frente.
En la recogida de definiciones de la enfermedad de Alzheimer nos hemos encontrado con muchas ideas correctas, otras erróneas que hemos intentado aclarar en este post, pero también con testimonios llenos de sensibilidad como estos:
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