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La enfermedad de Alzheimer tiene un impacto global en la salud del paciente. Es frecuente que se encuentren recursos a nivel asistencial e institucional que cubren algunos de ellos, como la salud física, la higiene, movilizaciones, farmacología, curas etc. No obstante, hay otras afecciones a nivel psicológico que no siempre se ven cubiertas, y son estas precisamente las que más pueden llegar a afectar al cuidador al no saber cómo manejar. En el post de hoy hacemos una revisión de las capacidades cognitivas que se ven alteradas y algunas ideas para estimularlas y trabajarlas desde el domicilio.

 

Orientación espacial y temporal

 

El trastorno de desorientación espacial y temporal provoca confusión asociada a lugares, fechas y se utiliza como indicador precoz de deterioro. En primer lugar se pierde la orientación temporal, después la espacial y por último la orientación personal.

Por ejemplo: Los pacientes pueden perderse en su barrio de toda la vida o incluso en su propia casa.

¿Qué puedo hacer yo?

Permitir la marcha libre por lugares muy conocidos y controlados, acompañarles si es necesario pero no dejar de salir por este problema. Adaptar la casa con carteles en las puertas que indiquen dónde lleva. Crear rutinas en cuanto a la orientación temporal y personal con murales o cuadernos que debe rellenar a diario.

 

Atención

 

El trastorno de atención se llama aproexia y juega un papel muy importante en la adquisición de la información y funcionamiento cognitivo en general. Relacionada con ella se encuentra la concentración y distraibilidad que también pueden verse alteradas.

Por ejemplo: no son capaces de seguir una conversación, se pierden en una película y no son capaces de centrar su atención en actividades.

¿Qué puedo hacer yo?

Mantenerles activos, tener rutinas y actividades programadas en casa y calendarios o murales que lo indiquen. A la hora de comunicarse con ellos conectar previamente de manera visual y física y mostrar un habla pausada y clara.


 

Memoria

Incapacidad adquirida de aprender información nueva y de recordar lo aprendido. Se altera la memoria a corto plazo, no es capaz de beneficiarse de trucos y estrategias que les permiten alertarles de que tienen que recordar algo.

La degeneración de la memoria es progresiva y se convierte en un déficit grave, llegando a ser capaces únicamente de recordar alguna información muy relevante como el nombre o el lugar de nacimiento.

Por ejemplo: Olvidar hechos o conversaciones recientes,  Extraviar artículos. Olvidar acontecimientos de la historia de su propia vida, perder la noción de quién es.

¿Qué puedo hacer yo?

Desde las primeras fases promover el recuerdo externo. Uso de notas, claves, agendas etc. Llega un momento en que no podrán beneficiarse de ello tampoco debido a la degeneración, pero su uso inicial puede retrasar su dependencia.

Ponerse en su lugar y nunca regañar por los olvidos, ni presionar para que recuerden, sino facilitar dando pistas para que finalmente lleguen ellos al recuerdo por sí mismos. Y si no lo consiguen, quitarle importancia y cambiar de tema.

Cuando la memoria del paciente degenera tanto que se queda anclado en el pasado, debemos utilizarlo como recurso, ya que al ser lo que mejor recuerdan será una opción como temática de estimulación. Además, ellos se sentirán bien sabiendo que ahí no experimentan tanta confusión.


 

Alteraciones del lenguaje

 

Las alteraciones en el lenguaje se denominan afasias y afecta a la capacidad de comprensión del lenguaje y de expresión. En los inicios, al paciente le cuesta encontrar la palabra adecuada para denominar algo (anomia), después confundirá las palabras y las sustituirá unas por otras según el contenido semántico o léxico, y poco a poco el lenguaje se va haciendo cada vez más pobre y acompañado de repeticiones involuntarias para terminar en un mutismo.

Por ejemplo: dificultades para nombrar personas y cosas, para leer o escribir. Uso de palabras erróneas, no malas pronunciaciones, frases confusas o carentes de sentido y problemas en la comprensión tanto lectora como auditiva.

¿Qué puedo hacer yo?

No presionar cuando existen dificultades en la expresión, procurar entenderles y realizar actividades de estimulación cognitiva que trabajar lenguaje. Cuando lleguen a la fase de mutismo, utilizar otras vías como los gestos y aprender a interpretar señales para preservar la comunicación.


 

Cálculo

El trastorno relacionado con el cálculo se denomina acalculia. Se manifiesta con problemas para realizar cálculo mental sin un apoyo escrito, como por ejemplo en el manejo del dinero.

¿Qué puedo hacer yo?

Este déficit genera mayores problemas en las fases iniciales, cuando aún son autónomos y se encuentran con problemas en actividades como la compra. Lo ideal es, ante sospechas, comprobar su capacidad con alguna simulación o juego, intentando que no perciba que se le está valorando porque probablemente no sean conscientes y pueden sentirse ofendidos. Además, procurar que realice esa actividad en el pequeño comercio de confianza y si es necesario comentarles el problema para que faciliten su destreza y se minimicen los imprevistos o altercados. Además, procurar estimular esta capacidad.


 

Capacidades Ejecutivas

 

Su afectación tiene que ver con la dificultad a la hora de ordenar una serie de secuencias en actos que lleva la ejecución material de un pensamiento. Realizarán ciertas acciones de manera repetitiva o no lograrán completar ni ordenar la secuencia de acción. Esta afectación repercute en gran medida en la autonomía de los pacientes.

Por ejemplo: Dificultad para realizar tareas básicas, como preparar las comidas, escoger la ropa apropiada o conducir. Llevar a cabo actividades básicas de la vida diaria, como comer, vestirse y bañarse.

¿Qué puedo hacer yo?

Supervisar para valorar en qué medida esto se encuentra afectado. Aplicar los apoyos necesarios pero procurando maximizar siempre su autonomía. Si es necesario, elaborar pictogramas donde aparezcan las secuencias más comunes como la ducha, el vestido, el aseo o la comida.

 

 Pensamiento y capacidad de juicio y abstracción

 

Se trata de una alteración general que implica la aparición de actos insensatos o fuera de lugar, ejecución de acciones o palabras inadecuadas o incapacidad para extraer conclusiones generales, quedándose con aspectos concretos.

Por ejemplo: Dificultad para resolver problemas y tomar decisiones, Falta de juicio y pérdida de la capacidad para reconocer el peligro.

¿Qué puedo hacer yo?

Realizar una detección a tiempo para prevenir posibles conflictos sociales o accidentes. Una vez que está establecido, asesorarse legalmente para conocer qué derechos tiene el enfermo y cómo controlar la situación en ese sentido. Y además, tener en cuenta que no por reñir va a comprender y a dejar de hacer o pensar así, es un trastorno y no mejora, por lo que se deberá estar alerta, supervisar ciertas situaciones que podrían resultar problemáticas pero intentar siempre darles la sensación de control y autonomía en la medida de sus posibilidades.


 

Praxias

 

La dificultad de realizar movimientos finos y coordinados (motricidad fina) como vestirse y escribir, irá evolucionando hacia un mayor deterioro acompañado de incoordinación deglutoria y finalmente una casi completa acinesia.

¿Qué puedo hacer yo?

Mantenerlos físicamente activos. Realizar paseos y pequeños ejercicios de gimnasia. Evitar el sedentarismo para ralentizar la degeneración. Detectar los cambios que se vayan produciendo para adaptar el entorno con barandillas, bastones o andadores y así garantizar su autonomía el mayor tiempo posible. En cuanto a los problemas de deglución, es posible que se requiera el trabajo de un logopeda para facilitar la alimentación y haya que recurrir en fases más avanzadas a batidos proteicos para evitar desnutrición y deshidratación.

 

Gnosias

Las gnosias es la capacidad de reconocimiento de la información sensorial, y su trastorno se llama agnosia. Los pacientes con agnosia tendrán problemas a la hora de identificar objetos comunes o personas conocidas.

¿Qué puedo hacer yo?

Adaptar el entorno poniendo carteles con nombres a las cosas que más utiliza y no perder la paciencia en repetirles una y otra vez qué es y para qué sirve. En cuanto al reconocimiento de rostros también se verá afectado. No presionar para que lo reconozcan, simplemente informarles siempre que sea necesario y darles detalles de la persona para que se ubique.

 

Alteraciones en el comportamiento y síntomas psiquiátricos

 

Ante la aparición de demencias, es muy frecuente la comorbilidad de una extensa gama de sintomatología psicopatológica y conductual.

Por ejemplo: Perder interés en cosas que previamente disfrutaba; estado anímico indiferente. Cambios de personalidad y pérdida de habilidades sociales, lo cual puede llevar a comportamientos inapropiados. Tener alucinaciones, discusiones, comportamiento violento o dar golpes. Aparición de delirios, depresión, agitación.

¿Qué puedo hacer yo?

Primero mantener siempre la calma, no alterarse, no gritar ni reñir. Dirigirse a ellos de manera pausada, escucharles pero no entrar en su obsesión. Cambiar de tema siempre que sea posible hacia otros neutrales o positivos para que desconecten de la obsesión. Hablarles de manera pausada y cariñosa, apoyarles y hacerles sentir que estás a su lado. En realidad sienten ansiedad, están aturdidos y desorientados. Si actuamos de manera inadecuada probablemente alimentemos la alteración.