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David HilfikerWatching the Lights Go Out

Desde hace algún tiempo, quizás un par de años, me vengo sintiendo "espeso", desmotivado, y tengo dificultades para escribir. Haciendo análisis de conciencia, muchas veces me he preguntado por qué estoy así. ¿Por qué me es tan difícil escribir? ¿Por qué tardo tanto en hacer las cosas, incluso las más sencillas? ¿Por qué me estoy volviendo tan obsesivo con todo? ¿Por qué se me hace tan difícil imponerme a mí mismo una disciplina para hacer cualquier cosa? ¿Por qué estoy tan atontado por las mañanas, independientemente de cuánto haya dormido?

Hasta ahora, he culpado a la edad o a mi tendencia a juzgarme tan duramente, pero lo más probable, sin embargo, es que se trate de los síntomas tempranos del alzhéimer. En algunos aspectos sería un alivio: al menos habría una explicación y no tendría que me castigarme por un defecto de mi carácter. No tendría que luchar tanto conmigo mismo, ni culpabilizarme por "rendirme" en algunas ocasiones. Por otro lado, no quiero achacarle todo al alzhéimer y abandonarme innecesariamente.

El lado positivo de todo esto es que he notado que las relaciones con otras personas son un poco más fáciles para mí de lo que lo eran antes de mi diagnóstico. ¿Es resultado de la enfermedad, o de mi propia madurez? Por ejemplo, la capacidad y el deseo de enseñar a los más jóvenes son bastante nuevos; tal vez sea sólo la curva natural de mi vida, o que al fin y al cabo en realidad no me resulta tan difícil relacionarme con la gente como yo pensaba. El alzhéimer te da y el alzhéimer te quita, creo que más quita que da, pero aún no todo es malo.