Comentarios / Añadir Comentario

La jubilación, una etapa de la vida que cierra puertas y puede abrir otras y que popularmente se considera una etapa de gracia, donde se puede disfrutar de tiempo libre y realizar actividades que no podían hacerse en la actividad laboral por falta de tiempo. Desde el prisma de personas adultas en edad de trabajo es una época deseada. Hoy en día procuramos cubrir la mayor parte de nuestro día en actividades de ocio y tiempo libre. Ahora existe más oferta y hay más recursos para poder hacerlo. Es posible que para este grupo de personas la llegada de la jubilación no suponga problemas, sino todo lo contrario.

No obstante, la jubilación al suponer un cambio entraña un momento crítico en la vida de cualquiera, y puede encajarse de diversas maneras dependiendo de cada persona.

Los principales factores que afectan en este cambio son la transformación de rutinas y el cambio de rol social. Se pasa de una situación de actividad a sedentarismo. Hoy por hoy las personas jubiladas no han vivido en la cultura del ocio y el tiempo libre tal y como está instaurado en la actualidad, sino que han dedicado toda su vida a cumplir con sus obligaciones laborales y familiares, por lo que el encontrarse en esta situación, sin un trabajo y sin una familia a la que cuidar debido a la edad, podrían encontrarse confusos y desadaptados. Deben reinventar otra vida y llenar su tiempo de quehaceres que es posible que nunca hayan practicado o que no tengan interés en ellos. Por otro lado, es frecuente que la red social se reduzca a medida que cumplimos años, por lo que este puede ser otro factor que entorpezca la adaptación de los jubilados a esta nueva etapa.

La fórmula sería la siguiente: 

Existen algunas condiciones que podrían aumentar la probabilidad de mala adaptación a la jubilación:

  • Actitud negativa y malas expectativas ante esta etapa.
  • Presencia de estresores como problemas de salud, problemas económicos, problemas en las relaciones sociales y/o familiares.
  • Jubilación forzada no anticipada.
  • Tener una red de apoyo reducida.
  • Inactividad y falta de tareas para ocupar el tiempo libre.
  • Estar viudo, soltero o divorciado. Las personas casadas se adaptan mejor.
  • Bajo nivel educativo.

Sabiendo cuáles son los factores que influyen en la desadaptación de los mayores a la etapa de la jubilación se puede intervenir para prevenirlo.

  • Enseñanza de técnicas para gestionar el tiempo: horarios donde aparecen los días desglosados por horas y donde se van añadiendo quehaceres. Se comienza por las obligaciones: citas médicas, comidas, cenas, actividades de la vida diaria, encargos de hijos, nietos… una vez establecido se observa el tiempo que queda libre para poder ir añadiendo otras actividades y así mantenerse ocupados.
  • Búsqueda de actividades de su interés, y la oferta de éstas en su pueblo o ciudad: cursos, exposiciones, verbenas, comidas populares, talleres, excursiones…
  • Buscar actividades que promuevan envejecimiento activo: alimentación adecuada, ejercicio físico, actividades para estimular la memoria y otras capacidades cognitivas.
  • Recoger aquellas actividades que siempre se han querido hacer y nunca se llevaron a cabo: hacerse un huerto, aprender a leer, aprender otro idioma, manualidades, aprender a tocar un instrumento…
  • Centros de día o Asociaciones: donde se organizan actividades programadas y que pueden entrañar todas las anteriores.
  • Ampliar la red social: llamar a ese familiar o amigo que hace tanto con el que no hablas, conocer gente nueva al realizar nuevas actividades, cursos o excursiones, hacer visitas a familiares, organizar salidas conjuntas…

Clara Díaz, Centro Virtual sobre el Envejecimiento.