Luna se acaba de comer la última chocolatina que queda en el calendario de adviento. La casa huele a leña y almendra y el salón está cargadamente decorado con espumillón de colores. La casa no está en completo silencio, se percibe el chasquido de la encina en la chimenea que resuena a destiempo e ilumina la habitación con una luz cálida y tenue.
Luna escribe su carta a los reyes magos mientras su abuela Carmen intenta recolocar las figuras del belén tras haber cogido alguna de ellas para observarla. - ¡está todo perdido!- Dice mientras sacude la harina que cubren las figuras simulando la nieve.
Queridos reyes magos de Oriente, este año creo que he sido bastante buena… en el colegio he sacado todo notables y todos los días hago mi cama y pongo la mesa los domingos. Para papá quiero que traigáis alguna excursión al campo, a ser posible una ruta en bici, que últimamente está cogiendo polvo en el garaje… dice que algún día lo retomará. Para mamá clases de pintura. Lo hace genial, dice que siempre le ha gustado y que le encantaría saber más pero solo se encarga de los demás y nunca de ella misma.
Para los dos os pido unas entradas para un teatro o un musical, a ser posible que sea de risa, o un spa para que descansen. Hace mucho que no les veo hacer cosas juntos. Siempre están turnándose para encargarse de todo y todos.
Para mí una cámara de fotos. Me encanta sacar fotos a todo, sobre todo a mi abuela. Mirad:
Para ella os pido una memoria nueva, que tenga los suficientes gigabytes para que no se olvide de lo que ha hecho el día anterior, de su nombre y de que soy su nieta.
Muchas gracias a los tres.
Luna
-¡Hija! ¿Por qué has derramado esto por todos lados?, has manchado estos adornos tan bonitos. ¿Qué estás haciendo tanto tiempo con ese papel? - Refunfuña cabreada Carmen.
-Abuela, esto es un belén, representa el nacimiento de Jesús. ¡Estamos casi en navidad! Lo que tiene por encima es harina, la echamos para que parezca que es un paisaje nevado. Ahora estaba escribiendo la carta a los reyes magos ¿Tu qué vas a pedirles?-
Carmen piensa unos segundos en toda la información que le ha dado Luna y contesta…
-¿Pedir? Yo no he dado nada para que pueda pedir algo…
- ¡Son los reyes magos! Te pueden traer lo que pidas- Dice Luna entusiasmada.
-Bueno bueno… pues… yo necesito unas alpargatas nuevas, que el otro día se me mojó el esparto mientras lavaba en el río y ya no hay quien las enderece.
- Vale abuela, se lo escribo yo a los reyes en mi carta, ¡verás como te las traen!
- Anda déjate de tontunas y recoge ahora mismo el lío que hay montado ahí – Dice Carmen señalando el Belén. – Tiene mucho polvo.
- Claro abuela.- responde Luna devolviendo una tierna sonrisa.
Clara Díaz. Autora del Blog Serendipity-psico
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