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La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad progresiva, degenerativa e incurable, y que conlleva deficiencias cognitivas, principalmente en la memoria. Con el tiempo, la persona se olvida de sí mismo y de su familia. Una situación muy dolorosa para todos y difícil de manejar, ya que la familia nunca está preparada para ser olvidada.

Por Simone Manzaro, Psicóloga.

Con la pérdida de memoria y otros compromisos que aparecen, como dificultades con la atención, el razonamiento, el lenguaje, etc., la simple atención y el trato con esa persona es una tarea delicada que requiere mucha atención, el afecto, el respeto y sentido común por parte de los cuidadores, pero sobre todo por la familia.

La intención de este texto es dar algunas direcciones de lo que no hacer y no decir, para ayudar a que la convivencia con el anciano sea la mejor posible.

 

Las visitas a los pacientes con la enfermedad de Alzheimer

Las familias a menudo preguntan sobre las visitas al paciente con Alzheimer. Siempre decimos que las visitas son bienvenidas, pero que la visita es diferente de alojamiento, lo que debe evitarse. Corresponderá a la familia asegurarse de que la visita es breve. También hay que advertir de ante posibles complicaciones como preguntar si las personas mayores lo recuerdan, diciendo cosas como "¿Cómo no te acuerdas de mí?" y similares. Dado que todo el mundo sabe que la persona tiene Alzheimer, ciertos comentarios son innecesarios y pueden ser perjudiciales para los ancianos.

 

Alucinaciones y delirios

Las alucinaciones y los delirios también son un trastorno muy común en la enfermedad que obstaculizan el cuidado. Siempre sugerimos a los cuidadores mantenerse fuera de esas alucinaciones y aportar poco a poco a ella datos sobre la realidad. Nunca discuta con los ancianos acerca de lo que posiblemente ha visto o escuchado; busca llamar su atención a otras cosas "reales" que se encuentran en el medio ambiente, con delicadeza.

 

Hablar de personas que han muerto

Debido a la pérdida de la memoria, los ancianos piensan y se comportan como si aún viviera en el pasado, hablando de sus familiares que han fallecido como si estuvieran presentes. Recomendamos decir la verdad un primer momento, de una manera muy sutil y delicada, por respeto a la persona. Sabemos que va a causar sufrimiento, pero por una cuestión ética es algo que debemos contar.

Sin embargo, esas preguntas se volverán a repetir muchas veces y no podemos estar todo el tiempo causando sufrimiento a las personas mayores. Así que usamos estrategias para sortear la situación, como por ejemplo contar una historia y, a veces, con la omisión. Sabemos que no es correcto, pero no hay motivos para que el paciente sufra más. También es muy importante para la familia también no estar traer a la mente recuerdos dolorosos  todo el tiempo.

 

Repeticiones

Habitualmente, los pacientes de Alzheimer repetirán la misma historia varias veces como si no la hubieran contado. Es muy importante tener paciencia y cuidado para escucharlo tantas veces como sea necesario. Después de todo, para ellos es un tema nuevo.

 

Salir de casa

Se trata de una situación muy común, a veces las personas mayores no reconocen su casa y quiere irse. Siempre sugerimos que los ancianos no cambien constantemente de residencia, ya que puede empeorar su sentido de la orientación espacial. Y si es necesario, lleva a las personas mayores a caminar (en el patio trasero, la manzana, o en un jardín) para luego volver a casa. Probablemente reconocerán su hogar y se sentirán bien.

 

Actividades de la vida diaria

Mientras que los ancianos no tengan problemas para recordar las cosas y las tareas de la vida diaria, es importante que les animemos a realizarlas, aunque sea con la supervisión de una persona responsable para evitar accidentes: para ayudar a hacer la cama, hacer un pastel o barrer el piso, entre otras actividades.

 

Vestuario

Aunque el paciente no entienda algunas cosas, no está de más preguntarle qué quiere ponerse, el color, si quiere o no usar cierta ropa o zapatos. Muchas familias, cuando buscan facilitar la atención, no permiten a los ancianos a tomar esas decisiones. Pero la actitud debe ser la contraria, debemos animarlos. Es tan simple como ofrecer a la persona sólo dos opciones y pedirles que elegir entre ellas.

 

Actividades cognitivas

Es muy importante en todo el proceso de la enfermedad estimular las funciones cognitivas del paciente. Para ello, se pueden ofrecer juegos (rompecabezas, libra, fuerza, dominó); si el paciente puede, hacer actividades manuales, como dibujos para pintar, collage, artesanía; también es recomendable escuchar música; ejercicios de completar palabras y frases, de hacer cálculos matemáticos sencillos ... Son cosas simples, pero hacen una gran diferencia.

 

Simone de Casia Freitas Manzaro es psicóloga, se graduó de la Universidad Nueve de Julio de São Paulo - Brasil. Realiza atención psicológica de adultos y adultos mayores. Es voluntaria en la Asociación Brasileña de Alzheimer-ABRAz. Tiene experiencia en la estimulación cognitiva para pacientes con demencia, especialmente la demencia de Alzheimer; también trabaja con estimulación cognitiva preventiva; realiza consultoría gerontológica, guiando las familias y cuidadores, la creación de estrategias y actividades para lidiar con el paciente sobre una base diaria, y supervisa la formación práctica. Es miembro colaborador de Portal de Envejecimiento. Psicóloga  columnista de Portal Completo. Email: simonemanzaro@gmail.com