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Rosa Pérez Losa, Enfermera y Antropóloga. Autora del videoblog El blog de Rosa

El riesgo de caerse se incrementa con la edad, siendo la caída en domicilio uno de los motivos más frecuentes de demanda de ayuda en servicios de teleasistencia y de emergencia.

Es importante conocer las causas que provocan las caídas y cómo prevenirlas.

Causas:

Las caídas se pueden producir por diferentes causas, entre las más frecuentes: enfermedades que limiten la movilidad u ocasionen debilidad en las piernas, alteren la tensión arterial, el azúcar en sangre, afecten al equilibrio o al estado de conciencia como la demencia, la depresión o el Parkinson.

También la debilidad de un postoperatorio o convalecencia de enfermedad.

El sedentarismo y la falta de movilidad asociada a la edad incrementan el riesgo de caída.

También ciertos medicamentos, como los que se toman para los problemas de salud antes mencionados y los sedantes.

Debes consultar con tu profesional sanitario, te dirá qué medicamentos pueden aumentar el riesgo a que sufras una caída y te dará las recomendaciones necesarias, en algunos casos deberás permanecer sentado o acostado tras tomarlas y en otros, tomarlas en determinados momentos del día.

También el propio miedo a caerse incrementa el riesgo a que ocurra y tener dolor en alguna parte de tu cuerpo, ya que la movilidad y la atención se ven afectadas.

Las alteraciones de la visión, por la edad o por falta de graduación, son otro motivo que aumenta la posibilidad de caerse. Es importante que te revises la vista cada año si tienes algún problema de visión.

También los problemas en los pies, callosidades, juanetes o dolor al pisar que hacen que camines de manera poco segura.

Prevención:

Son medidas encaminadas a eliminar o minimizar los peligros en el hogar.

Evita los objetos que puedan hacer que caigas, como cables en el suelo o  alfombras.

Usa siempre zapatillas cerradas, evita las zapatillas tipo chancla (sin talón o con el talón doblado).

Mantén tu casa iluminada. De día sube las persianas y en cuanto la luz natural sea insuficiente, enciende las lámparas. Nunca camines por una estancia sin iluminar.

El cuarto de baño también debe estar bien iluminado. El suelo no debe quedar mojado. Usa un tapete antideslizante en el plato de ducha o bañera y coloca un pasamanos en la bañera y cerca del inodoro.

En la medida de lo posible, si tienes dificultad en la movilización, cambia tu bañera por un plato de ducha.

Deja las cosas a mano, que sean fáciles de alcanzar: teléfono, agua, papel y bolígrafo o mando a distancia de la televisión.

No hagas movimientos rápidos que pueden ocasionar un mareo. Como ponerte rápido de pie o girar el cuello bruscamente.

Tampoco te levantes de la cama rápidamente, quédate sentado en la cama unos minutos antes de ponerte de pie.

Ayúdate al levantarte desde un sofá, agárrate a un objeto estable, pero si es una silla no apoyes todo el peso en ella o la vencerás.

Es más fácil levantarse desde una silla que desde un sofá, si tienes problemas en la movilidad, mejor siéntate en un sofá alto o incluso un sofá con un motor que ayude a levantarte.

No usar sillas o taburetes para alcanzar objetos. No uses tampoco la escalera si tienes la movilidad reducida.

Si tienes un servicio de teleasistencia, lleva siempre el pulsador contigo. Los servicios de teleasistencia proporcionan una importante tarea de apoyo, seguimiento y ayuda a la población con dependencia. Consulta con tu ayuntamiento o con tu proveedor de servicios sociales para poder acceder a este tipo de servicio.