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Este artículo hace referencia a uno de los pósteres seleccionados por el Comité Científico del CSIC para el II Encuentro de Investigadores: Respuestas para dar calidad a la vida celebrado en Salamanca el pasado 10 de marzo de 2015. Con su difusión pretendemos que los autores tengan un espacio más para difundir y presentar sus investigaciones, favoreciendo así el desarrollo de un espacio de conocimiento compartido. Agradecemos a todos su participación y os animamos a consultar todos los pósteres seleccionados.

Autores: Rogelio Pujol Rodríguez, Antonio Abellán García, Julio Pérez Díaz, Diego Ramiro Fariñas.

Institución: Departamento de Población, CSIC.

Las tablas de mortalidad señalan para cada edad la esperanza de vida (años que se espera que viva de media el conjunto); por ejemplo, a los 65 años se espera que los varones vivan 19,0 años adicionales (hasta la edad de 84,0 años) y las mujeres 22,9 (87,9 años). Pero no todos morirán a esas edades, unos fallecerán antes y otros después.

La descomposición de la estructura por sexo y edad de la población por años de vida restante permite conocer en qué proporción y cuándo irán desapareciendo progresivamente las personas de cada edad, en caso de mantenerse el patrón de defunciones definido en las tablas de mortalidad. El procedimiento consiste en descomponer los efectivos de cada generación, por edad y sexo, según su probabilidad de muerte a 0 años, 1 año, 2 años y así sucesivamente, desde cada edad de referencia. Para simplificar la lectura, los efectivos resultantes del cálculo se acumulan en grupos decenales de vida restante, que son los que se representan en la figura 1.

Figura 1.- Años de vida restante según edad cronológica y sexo. España, 2013

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La intensidad del color de la figura, en conjunto y para cada franja de edad, representa la cantidad de años de vida restante: cuanto más oscura, mayor duración de la vida restante y viceversa. Por ejemplo: al 17% de los hombres y 8% de las mujeres de 65 años (que nacieron en 1947) les queda menos de 10 años de vida; al 9% y 19%, respectivamente, más de 30 años, etc.

Tabla 1.- Ejemplo de desaparición de la generación de 65 años. España, 2013.

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Cada lector puede observar cómo van desapareciendo sus compañeros de generación (suponiendo que él sea el último en hacerlo en su franja de edad, es decir, que se encuentre en el centro de la pirámide y no en el borde), acudiendo a los cálculos detallados que se ofrecen en el  fichero adjunto (Anexo Años de vida restante).

Esta pirámide cuenta la historia demográfica de España, como cualquier pirámide clásica de población, y además aporta información predictiva sobre la desaparición escalonada de sus generaciones. Estar en el lado interior de la pirámide garantiza más años de vida. Los científicos estudian sistemáticamente las causas que favorecen una mayor longevidad, desde factores genéticos o medioambientales hasta estilos de vida, comportamientos o redes sociales y familiares. Los responsables de las políticas públicas son los encargados de trasladar esos hallazgos a medidas que favorezcan una longevidad más saludable.

Referencias:

Riffe, T, Spijker, J, MacInnes, J (2014): “Decomposing and Recomposing the Population Pyramid by Remaining Years of Life”. Population Association of America Annual Meeting.

Sanderson, W, Scherbov, S. (2010): “Remeasuring Aging”. Science, vol., 329.

Pujol Rodríguez, R, Abellán García, A, Ramiro Fariñas, D (2014): “La medición del envejecimiento (2ª edición). Informes Envejecimiento en red, nº 10.

Pérez, J.: Apuntes de demografía. http://apuntesdedemografia.wordpress.com/