Hace mucho tiempo que me siento huérfana. Mis padres ya no son mis padres. Su personalidad ha sido eclipsada por la enfermedad. No reconozco en absoluto a mi madre, es todo lo opuesto a lo que era. Es miedosa, obsesiva, recela de todo el mundo.
La comida es uno de los factores que los cuidadores debemos tener en cuenta. En el caso de mis padres, no tienen restricciones en la alimentación pues no padecen enfermedades que así lo aconsejen. No obstante por su edad, inmovilidad y particularidades hay que cuidar la comida.
Por el Día Mundial del Alzheimer, que se celebra el próximo domingo 21 de septiembre, esta semana queremos compartir con vosotros algunos contenidos especiales. Entre ellos está una serie de infografías con consejos y recomendaciones en torno a diferentes aspectos relacionados con el Alzheimer. Hoy comenzamos con 9 consejos para el cuidado del cuidador.
Tengo a mi madre con Alzheimer. La cuidadora principal es mi hermana, que vive con ella. Mi hermano y yo vamos a visitarla los fines de semana porque viven en el pueblo, pero desde hace meses mi hermana nos lo ha prohibido. Dice que mi madre necesita tranquilidad y que no le conviene ver a nadie ni que haya jaleo en casa. Me ha llegado a decir que si vamos no nos abrirá la puerta. ¿Puede realmente prohibirme que visite a mi madre?
C uando nos encontramos ante dificultades de cualquier tipo, ya sean emocionales, en las relaciones personales, con el trabajo… experimentamos sensaciones que dificultan nuestra tranquilidad e impiden que nuestro día a día se desarrolle con normalidad. Sentimientos que reconocemos como ira, tristeza o miedo, aunque también otros que no se sabe muy bien cómo definir o gestionar.
En 1995, el geriatra P.K. Beville publicó, como coautor, un libro – "Second Wind"-sobre las peripecias y las increíbles y emotivas personas que viven y trabajan en los centros para mayores. Dos años más tarde, fundó en los Estados Unidos la iniciativa “Second Wind Dreams” , que tiene como objetivo cambiar la perspectiva negativa que tenemos sobre el envejecimiento.
Hoy queremos compartir con todos vosotros un poema que circula por internet y cuya autoría ha sido atribuida a una persona mayor que murió en una residencia de ancianos australiana. Al parecer, cuando los funcionarios comenzaron a recoger sus pertenencias, descubrieron entre ellas este emocionante poema. A partir de entonces podemos encontrarlo en numerosas páginas de internet, e incluso algunas revistas vinculadas al área de salud mental lo han publicado en sus páginas.