Luna encuentra a su abuela Carmen en el pasillo. Deambula de un lado a otro. Dice estar buscando la taquilla de la estación y tener bastante prisa por coger el siguiente tren para llegar a casa de su hija a una hora prudente.
- Días dice… pero si son las tantas de la tarde, lo que pasa es que hoy el día se ha quedado raso… Oiga señorita, ¿no sabrá usted donde está la taquilla para que pueda comprar mi billete?, esta estación es muy grande pero me la conozco al dedillo, y debería estar por aquí- Dice Carmen mientras mira hacia ambos lados desorientada.
En el camino, Luna pregunta a Carmen por su edad, el mes y el año actual y su nombre. Además, Luna le cuenta que es sábado y sus planes para la tarde en el cumpleaños de su prima.
Pasados 15 minutos…
-Debe estar al llegar, no se preocupe.- Dice Luna mientras toca suavemente el hombro de su abuela. Por cierto, ¿Conoce la canción que dice…? “eres alta y delgada como tu madre morená saladá…”
-Hola mama, la abuela está un poco nerviosa. Dice que tiene que coger un tren para ir a casa de su hija. Pero no te preocupes, que he hecho lo que me dices siempre y ha funcionado, ahora está tranquila.
-Muy bien Luna, estoy orgullosa de ti.- Dice mientras la besa en la frente. Le retira el pelo detrás de la oreja y añade; -Vuelvo en dos minutos, voy a tender la ropa. Ahora si quieres hacemos algo juntas.-
“…Muñequita linda… de cabellos de oro… de dientes de perlas…labios de rubí…”
Luna se acerca a su abuela Carmen y la encuentra cantando esta nana. Sujeta una maraña de trapos y los está acunando como si tuviera un bebé entre sus brazos. Sus vidriosos ojos miran fijamente hacia esos trapos.
-¡Shhhh!, está a punto de dormirse.- Dice Carmen con ternura.
-Ya sé lo que le pasa a la abuela, Luna. Ha recordado lo mucho que te quiere. Hubo un día, cuando eras bebé, que iba a venir a pasar la tarde a casa. Ocurrió una avería en un tren y hubo mucho retraso. Terminó llegando a casa muy tarde, ya de noche. Había perdido la oportunidad de pasar la tarde contigo. Observó que esa noche había una inmensa y preciosa luna llena, te cogió en brazos, salisteis al porche y a la luz de la luna te cantó esa nana. Desde ese día, siempre que podía te dormía ella, cantándote esta canción y enseñándote la luna, cada día con una forma, pero esa primera noche, luna llena.-
-Claro que si Luna, ella siempre te ha querido, y te querrá toda la vida. Es posible que la notes diferente, pero es a causa de la enfermedad. Esa canción que está cantando es para ti. Es la primera vez que la canta desde que está enferma y eso quiere decir que te recuerda y te quiere como el primer día.-
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