¿Cómo envejecer activamente? ¿Cuáles son las principales patologías asociadas al envejecimiento? ¿Cómo se trata la demencia? Respuestas sencillas a las preguntas más elementales sobre envejecimiento.

¿Cómo podemos envejecer activamente?

Envejecer activamente significa adoptar una serie de actitudes y acciones que pueden ayudar a las personas mayores a desempeñar un papel activo dentro de la sociedad y a vivir sus vidas de la manera más saludable, independiente y plena posible. El objetivo del envejecimiento activo es ofrecer a las personas mayores la oportunidad de continuar trabajando y compartiendo sus experiencias y conocimientos. La Unión Europea eligió el 2012 como Año Europeo del Envejecimiento Activo y de la  Solidaridad entre Generaciones,  buscando con ello sensibilizar a la población sobre la cuestión del envejecimiento y sus diferentes desafíos, y contribuyendo además a la difusión de buenas prácticas. Mantenerse activo y participar en actividades que promuevan la comunicación, la participación y sentimientos de pertenencia, son excelentes formas de prevenir y sobrellevar los distintos desafíos que, tanto a nivel biológico como a nivel intelectual y emocional,  nos supone el envejecimiento.

¿Y la enfermedad de Parkinson?

La enfermedad de Parkinson es una dolencia neurodegenerativa que afecta al sistema motor, provocando temblores, rigidez, ralentización de los movimientos corporales, inestabilidad postural y alteraciones de la marcha. En el cerebro existen determinadas células que producen una sustancia química llamada dopamina, la cual transporta mensajes que indican al cuerpo cómo y cuándo moverse. Debido a la falta de dopamina suficiente para transportar estos mensajes, los movimientos se vuelven más difíciles. Generalmente, la enfermedad surge al final de la mediana edad y tiene como síntoma inicial un ligero temblor en una mano, brazo o pierna. A medida que la dolencia evoluciona, el temblor se hace más difuso y puede ir acompañado de otros síntomas como la pérdida de memoria, la depresión, la confusión en el habla o la ansiedad, todos ellos síntomas igualmente característicos de otras enfermedades neurodegenerativas. A pesar de que actualmente no existe una cura para la enfermedad de Parkinson, sus síntomas pueden ser controlados con diversos tipos de mediación e incluso con la ayuda de terapias no farmacológicas.

¿Conoces los últimos datos sobre el envejecimiento?

La imagen del mundo en que vivimos se está viendo alterada por el envejecimiento de la población, un fenómeno que se debe fundamentalmente al aumento de la esperanza de vida y al progresivo descenso de las tasas de natalidad. Según las últimas previsiones de las Naciones Unidas, a finales de 2011 la población mundial era de 7 millones de habitantes y se prevé que en 2050 se superen los 9 millones. Mientras que los países en desarrollo presentan una población más joven y una mayor tasa de natalidad, la población más envejecida se concentra principalmente en los países desarrollados.  En estos países, la población con 60 años o más está aumentando a mayor velocidad que nunca y se prevé que crezca más del 50% en las próximas décadas, pasando de 274 millones de personas en 2011 a 418 millones en 2050. Europa es actualmente la región del mundo con el mayor porcentaje de población envejecida. Las previsiones de la Comisión Europea presentadas en 2012 apuntan a un aumento del número de personas con más de 65 años, en la Unión Europea, de entre el 18% y el 30%, hasta 2060. España era en 2010 unos de los estados miembros de mayor población con 46 millones de habitantes, mientras que Portugal presentaba un total de 10 millones. Para ambos países, la Comisión Europea calcula que el número de personas con más de 65 años aumentará entre el 17% y el 32%, en el periodo comprendido entre 2010 y 2060. Esto significa que, si en 2010 la población mayor de 65 años era  de 7.8 millones en España y de 1.9 millones en Portugal, en 2060 estos datos pasaran a ser de 16.4 millones y 3.3 millones respectivamente. 

¿Cuáles son las principales patologías asociadas al envejecimiento?

El proceso de envejecimiento se acompaña de una mayor vulnerabilidad y una serie de patologías que afectan tanto al enfermo como al entorno que lo rodea. Entre ellas se encuentran, por ejemplo, la hipertensión arterial, la depresión, los accidentes cerebrovasculares o  las cataratas. No obstante, en la sociedad existe la tendencia de asociar ciertos comportamientos, como la confusión y la disminución de la capacidad de comprensión de las personas mayores con la vejez, cuando realmente son síntomas de dolencias neurodegenerativas como las demencias y sus diferentes manifestaciones como el Alzheimer o el Parkinson. Al envejecer es normal que se pierdan progresivamente ciertas capacidades, sin embargo esto no significa necesariamente que se padezca de demencia.

¿Qué es la demencia? ¿Cuáles son sus causas y síntomas?

El término demencia es utilizado para describir trastornos cerebrales que afectan a la memoria y a la cognición de la persona y, a pesar de ser común entre las personas mayores, no es un componente normal del proceso de envejecimiento. Existen diferentes tipos de demencia como la demencia vascular o la demencia frontotemporal, sin embargo la enfermedad Alzheimer es la responsable de la mayoría de los casos. No obstante, existen también otras causas que pueden provocar demencia como los trastornos metabólicos y las anormalidades endocrinas, las infecciones, los envenenamientos, los tumores cerebrales, los problemas cardiovasculares o respiratorios, la hipoxia cerebral o ciertos déficits nutricionales, entre otros. Entre las señales de alerta de la demencia podemos destacar manifestaciones como mayor dificultad para resolver problemas y para mantener el control emocional, alteraciones en el comportamiento y de la personalidad como confusión, agresividad o ansiedad, pérdidas de memoria, normalmente de los acontecimientos recientes, y dificultades motoras, entre otras. Cada persona es un caso único y muchos de estos síntomas están igualmente asociados a otras patologías, muchas de ellas ligadas al propio proceso de envejecimiento. Por ello, ante la presencia de alguna de estas señales, y especialmente cuando estas comienzan a interferir significativamente en las actividades cotidianas, es fundamental consultar con un médico especialista que pueda realizar un diagnostico riguroso.

¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?

La enfermedad de Alzheimer representa cerca del 50-60% de todos los casos de demencia en el mundo y se caracteriza por la muerte gradual de las células cerebrales responsables de la liberación de un neurotransmisor llamado acetilcolina, el cual está estrechamente ligado a los procesos de la memoria y el aprendizaje. La causa de esta muerte cerebral aun se desconoce, sin embargo la enfermedad provoca un deterioro progresivo e irreversible de diversas funciones cognitivas como la memoria, la atención, la concentración o el lenguaje. Los síntomas iniciales incluyen pérdida de memoria, confusión mental y desorientación, y van agravándose a medida que las células cerebrales van muriendo.

¿Cómo se trata la demencia?

Existe un amplio abanico de técnicas que se pueden aplicar al tratamiento de la demencia y que pasan no solo por el necesario tratamiento médico, sino también por otras intervenciones no farmacológicas que pueden ayudar a aliviar los síntomas asociados a la demencia, promoviendo el bienestar y la realización personal de estos pacientes. A pesar de que no existe una cura, los medicamentos actuales pueden ayudar a estabilizar y minimizar algunos síntomas. Al mismo tiempo, existen diferentes actividades que actúan no solo ayudando al paciente a adaptarse a su condición, sino también estimulando las diferentes capacidades. La musicoterapia, el contacto con la naturaleza o la realización de actividades artísticas en grupo son algunos ejemplos de actividades que promueven la autonomía, la comunicación y la sensación de propósito y dignidad de estos pacientes. Los enfoques médicos y no farmacológicos no deben verse como antagónicos, sino como complementarios, creando con su unión un modelo holístico e integrado para la prestación de cuidados.

Tengo un familiar con demencia ¿Dónde puedo buscar ayuda?

Si cuidas de alguien que sufre demencia, existen varias organizaciones que pueden ayudarte, tanto a nivel profesional como voluntario. En el Centro Virtual sobre el Envejecimiento puedes encontrar varias organizaciones, centros y asociaciones locales que ofrecen ayuda especializada y diferentes servicios para los pacientes y sus cuidadores. Estas organizaciones no solo prestan apoyo diario a domicilio y cuidados complementarios para la salud, algunas de ellas también tienen otros tipos de programas y actividades de grupo destinados a mejorar la calidad de vida y el bienestar de aquellos que sufren de demencia.

¿Cómo se puede prevenir o paliar el Síndrome del Cuidador?

Los cuidadores de las personas mayores, especialmente de aquellos que sufren alguna de las manifestaciones de la demencia, están sometidos a una intensa presión que afecta a su propia salud física, psicológica y emocional. Cuidar de alguien que padece demencia es una actividad compleja, intensa y agotadora. El Síndrome del Cuidador se caracteriza por una serie de diferentes manifestaciones que se producen como resultado de la sobrecarga a la que se ve sometido el cuidador, entre ellas se incluyen el cansancio físico, la irritabilidad, la ansiedad y la depresión. Para prevenir o paliar este síndrome, se recomienda a los cuidadores que busquen información y apoyo especializado que  pueda ayudarles a sobrellevar de la mejor manera posible los diferentes desafíos diarios a los que se enfrentan. Tener acceso a “Manuales del Cuidador”, participar en grupos de apoyo y en sesiones de formación, practicar ejercicio físico u otras actividades de relajación y distracción, son algunas de las medidas que pueden contribuir a mejorar el bienestar y la labor de los cuidadores.