Comentarios / Añadir Comentario

Clara DíazPsicóloga y autora del blog Serendipity

Comenzamos la guía de envejecimiento activo y promoción de una vida activa con recomendaciones sobre alimentación.

Llegada cierta edad, nuestro organismo se modifica y necesita menor cantidad de alimentos para funcionar que cuando somos adultos jóvenes. En cambio, si nuestros hábitos siguen siendo los mismos ello se convertirá en sobrepeso. El problema que aquí radica es que el necesitar menor cantidad de comida no quiere decir necesariamente que merme el apetito. De esta manera, realizar un cambio de hábitos alimenticios será una cuestión prioritaria para prevenir el sobrepeso.

Aquí se describen algunas recomendaciones para mantener una alimentación saludable. No obstante cada persona tiene unas necesidades y/o patologías (hipertensión, colesterol, diabetes…) las cuales se deben tener en cuenta consultando a su médico y/o nutricionista.

1.- Alimentación variada.

2.- Reducir los alimentos ricos en grasas animales y favorecer las vegetales.

3.- Ingerir gran cantidad de frutas y verduras.

4.- Más cereales integrales y menos dulces y azúcares.

5.- Menos sal y alimentos salados.

6.- Beber 2 litros de agua al día o infusiones.

7.- Mantener buenos hábitos alimenticios: respetando horarios, realizando 5 comidas al día y evitando comer entre horas.

Estas pautas será más costoso llevarlas a cabo si no se han llevado unos buenos hábitos a lo largo de la vida, y en muchas ocasiones será un diagnóstico médico el que nos obligue a tomarnos en serio nuestra alimentación. Sea por la razón que sea, es un propósito que conlleva mucho beneficios físicos ya que nuestro cuerpo se encontrará con mejor aspecto y mayor energía y ello se traducirá en beneficios psicológicos, proporcionándonos sensación de bienestar, fortaleza, autorrealización e incluso subida de autoestima.

Una estrategia que puede resultar útil es realizar menús diarios siguiendo las recomendaciones de una alimentación saludable, donde los fines de semana se proponga un menú más flexible. Además será interesante probar a realizar nuevas recetas y experimentar con alimentos desconocidos para conseguir nuevos sabores y evitar que la nueva dieta sea una tortura.