Conforme van aumentando las expectativas de vida en el ser humano, se comprueba que las personas mayores que presentan una disminución en el rendimiento de sus funciones cognitivas van aumentando progresivamente. En el anciano sano este déficit es pequeño y sin apenas repercusión clínica. Pero existen otros sujetos donde el declive es mayor, afectando a la memoria o a varias funciones a la vez.