Actualmente, la investigación científica en éste campo ha proyectado resultados controvertidos. Así, se precisan mayores esfuerzos para realizar estudios, que permitan consolidar los beneficios de las terapias, centradas en los aspectos cognitivos, en los pacientes con demencia.
Hoy por hoy no existe un tratamiento eficaz para “curar” la demencia, sin embargo algunas intervenciones consiguen frenar el curso de la enfermedad, ya sean de carácter farmacológico o bien se trate de intervenciones psicosociales. Es importante remarcar que no todo vale.
Los avances técnicos y sanitarios de los últimos tiempos hacen que le restemos años a la muerte sumándoselos a la vida. Esto se traduce en el aumento de enfermedades crónicas e incremento de la dependencia. En esta línea, la familia juega un papel fundamental ya que asume la mayor parte de los cuidados y esto también implica un coste. Para amortiguar el impacto de la enfermedad es fundamental un buen abordaje profesional.