David Hilfiker, Watching the Lights Go Out
Con el paso de los días he decidido contarles a los miembros directivos de Eight Day (mi comunidad religiosa) lo de mi enfermedad. Los temas con los que trabajamos, en mi opinión, son bastante delicados así que creo que necesitan saberlo. Durante nuestras reuniones de los últimos meses he estado demasiado pendiente de mi incapacidad para recordar las cosas y a veces eso puede resultar perturbador.
Me sorprendí mucho de cómo fueron las cosas cuando por fin hablé con los miembros del grupo, hubo poca exteriorización de la emociones pero se respiraba una atención inusual, no sólo hacia mí sino también a nuestra pequeña comunidad de cuatro. Reconocieron las implicaciones de lo que estaba diciendo y me ofrecieron un apoyo silencioso; Kent, como es habitual, fue especialmente cariñoso. Les dije que creía que mi capacidad para llevar los libros de cuentas aun no estaba comprometida, pero que me parecía un tema importante a tener en consideración. Estoy empezando a darme cuenta de lo afortunado que soy de tener esta pequeña comunidad religiosa a mi lado.
Marja cree que se lo estoy diciendo a la gente demasiado pronto pero es ahora cuando este nivel de reciprocidad me parece importante. "¿Qué pasa si el diagnóstico es erróneo?" Ésa fue también mi preocupación hace un par de semanas, pero me parece necesario que la gente que me rodea lo sepa. Además, el diagnóstico no está equivocado.
Todavía voy a esperar a que las cosas comiencen a ser más evidentes para compartir mi diagnóstico con las personas menos allegadas. Culturalmente, todos tenemos miedo a la Enfermedad de Alzheimer, y es difícil para cualquiera de nosotros estar cerca de personas que tengan sus capacidades mentales alteradas. Por mucho que la gente me quiera y me respete, algunos tendrán que distanciarse emocionalmente cuando conozcan el diagnóstico; otros creerán que ya estaré incapacitado para participar en la vida de la comunidad y simplemente no contarán conmigo. Puesto que el hecho de hacerlo público no tiene muchas ventajas, todavía esperaré un poco, aunque a los catorce miembros de la cúpula de Eighth Day sí se lo diré en nuestra próxima reunión.
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