Me interrogo sobre la necesidad de incapacitar jurídicamente a los enfermos de Demencia. No es el caso de mis padres, pues ellos no tienen bienes que custodiar ni herencia que legarnos. Su única herencia ha sido ya dada y ha consistido en su dedicación y buen hacer con nosotros (sus hijos), su ejemplo de rectitud, honradez y responsabilidad, que han sabido traspasarnos.
El pasado viernes 6 de Junio asistimos a una interesante jornada organizada por el IMSERSO sobre sujeciones en centros residenciales. Una jornada llena de interesantes ponencias y grandes profesionales que nos pusieron al tanto de esta gran iniciativa que aunque parezca reciente lleva años trabajándose en ella. Se pueden tener en cuenta dos tipos de sujeciones;
Tengo una tía que vive sola en casa y cada día se maneja peor con las tareas domésticas. Tiene ya 80 años y yo creo que debería ir a una residencia. Ella en cambio se niega en rotundo y dice querer quedarse en su casa y realizar perfectamente sus actividades diarias. Me da miedo que algún día le pase algo. ¿Podría obligarla?
En los momentos de enfermedad o dolor añoramos la normalidad, esa normalidad que, por el hecho de serlo, muchas veces aborrecemos. No somos conscientes de su valor hasta que la perdemos y pensamos en como recuperarla. En un hogar donde viven dos personas con demencia es muy difícil mantener esa normalidad, ahora tan deseada.
Presbiacusia se llama a la pérdida de audición debido al propio proceso de envejecimiento. Cerca de una cuarta parte de las personas de 65 a 74 años y hasta la mitad de los mayores de 75 años, sufren esta pérdida lo suficientemente significativa como para que su vida social se vea afectada. ¿Pero qué implica socialmente este problema de audición?
¿La felicidad es tener una chimenea junto a la que calentarse en los días de lluvia? ¿Es oír nuestros discos favoritos en un reproductor nuevo? ¿Es sonreír cuando escuchamos las risas de los niños que juegan en el parque que está al lado de casa? ¿Es leer una revista del corazón? El Felicidario es un calendario de la felicidad destinado a mayores de 65 años.
Generalmente los pacientes con Demencia, suelen padecer otras enfermedades, bien debidas a su avanzada edad, o simplemente enfermedades comunes o incluso efectos secundarios de las medicinas.